El cambio del libro de firmas en Guara, el pasado domingo, estuvo dedicado a Óscar Pérez (Recuerdo y reconocimiento) foto: Los montañeros de Peña Guara, en la cima en el momento de realizar el cambio.
HUESCA.- Un año más, Peña Guara cumplió el pasado domingo 3 de enero con el tradicional cambio del libro de firmas en la cima de Guara. Esta vez, dada la climatología, la ascensión se realizó desde Santa Cilia de Panzano. La dedicatoria este año, como no podía ser de otra manera, es para nuestro malogrado compañero Óscar Perez, y reza lo siguiente.
Estimados amigos y montañeros. Tenéis a vuestra disposición el libro de firmas del Pico de guara. De siempre y por tradición a los montañeros nos ha encantado el escribir nuestra sensación después de realizar la ascensión a un pico. Aquí podéis plasmar vuestra "Sensación Guara". Desde Peña Guara os felicitamos por vuestra ascensión a esta cima.
Para nosotros este año 2010 es de recuerdo y reconocimiento a nuestros deportistas desaparecidos en la práctica de este bello deporte como es el montañismo.
Desde esta cima de Guara, y al estampar nuestra firma en este año 2010, realizamos un recuerdo y reconocimiento a nuestro compañero Óscar Pérez. Para ti y tu gran actividad deportiva desplegada por todas las montañas del mundo, nuestro más sincero recuerdo de cariño.
LA CLIMATOLOGÍA COMPLICÓ LAS COSAS
En cuanto a la ascensión del domingo, con una mañana no excesivamente fría partimos los tres coches desde Huesca en dirección a Santa Cilia de Panzano, lugar situado en la misma falda del Tozal de Guara, lugar más habitual de partida para acometer la ascensión normal al Tozal de Guara por su cara sur, después de pasar las localidades de Bandaliés, Sipán, Coscullano etc. Una vez en la localidad de Santa Cilia de Panzano seguiremos en dirección norte por una pista de fácil tránsito para vehículos hasta encontrarnos con la señal de prohibida la circulación, donde aparcamos y nos preparamos para la ascensión.
La primera hora caminamos por pista en ligero ascenso, lo cual nos sirve para calentar las piernas a los ocho integrantes de la expedición, compuesta por Antonio Gabás, Luis Español, Óscar Ballarin, José Fabana, Antonio Matamala, Raúl Bonet, Julio Larrosa y Antonio Beired.
A pesar de su modesta altitud en comparación con los cercanos picos pirenaicos, su ascensión no debemos considerarla como una actividad inferior y bien merece la pena. El desnivel a superar es de aproximadamente 1.200 metros (como muchos de los tresmiles más habituales), con un recorrido bastante largo. Durante la primera parte se gana muy poco desnivel pero el camino recorre un paisaje muy bello, igual la Hoya de Huesca que el Somontano. A partir de aquí ya nos adentramos en un bosque umbroso de quejigos y roble centenario, el cual nos deja al pie de un fuerte desnivel llamado la cuesta del Pajarico, que una vez superada nos encontraremos con las llamativas pozas circulares llamadas de Fondarres, alguna de ellas a estas horas totalmente heladas.
Pensábamos parar a tomar un tentempié aquí, pero al final decidimos continuar ascendiendo y hacerlo en el collado de Vallemona, así que aprovechamos la parada para abrigarnos y calzarnos las polainas, ya que a partir de aquí la nieve hace acto de presencia.
Sin apenas perder tiempo continuamos al no lejano Pozo de Nieve del Conde, punto clave para algunos, ya que a partir de aquí el desnivel se incrementa notablemente a la tan nombrada Punta de Vallemona. La nieve bajo los pies hace notar el esfuerzo a realizar, pero el ver cercano ya el Pico de Guara hace que se te pasen todos los males. Ya solo nos queda la última pala de nieve, que nos deja en la tan querida cima de Guara. Desde la cima nos vemos las caras y poco más, porque nieva cada vez más, por lo cual decidimos perder poco tiempo: las fotos de grupo, si alguna se puede aprovechar, un trago de agua y vale.
Seguidamente solo nos queda retirar el libro viejo y dejar este nuevo. Desde aquí dar las gracias a todos los montañeros que en él relatan sus experiencias vividas en la ascensión, las cuales en la gran mayoría de los casos son preciosas y únicas, todas ellas repletas de poemas, dedicatorias, relatos de la ascensión e innumerables anécdotas que en definitiva pasan a ser historia documentada del club. También recriminar el acto de algún vándalo por arrancar algunas hojas y fotos del libro.
Como el tiempo en la cima era insoportable, con viento, frío y nieve, el acto se redujo en un visto y no visto. Retiramos el libro viejo, firmamos la dedicatoria y rapidito para abajo, que amenazaba con empeorar el tiempo, esta vez corroborado desde Huesca por Isidro con la emisora, que estaba al tanto de todo ya que este año no pudo acompañarnos por culpa de "Juanete".
Así pues, todos juntitos y ya que la visibilidad era poca, bajamos al pozo de nieve, donde más resguardados y seguros dimos buena cuenta de la comida. El menú fue de gran altura, y nunca mejor dicho. El ya tradicional vermut, una sopita al hornillo, cocodrilo con angulas (receta de Antonio "Cremallo"), postres, turrón, empanadico, café etc. En fin, cada uno lo que subió en la mochila y compartido todo, que es como hace mejor provecho.
A partir de aquí solo quedó continuar la evidente senda que nos dejó en el punto de partida.
HUESCA.- Un año más, Peña Guara cumplió el pasado domingo 3 de enero con el tradicional cambio del libro de firmas en la cima de Guara. Esta vez, dada la climatología, la ascensión se realizó desde Santa Cilia de Panzano. La dedicatoria este año, como no podía ser de otra manera, es para nuestro malogrado compañero Óscar Perez, y reza lo siguiente.
Estimados amigos y montañeros. Tenéis a vuestra disposición el libro de firmas del Pico de guara. De siempre y por tradición a los montañeros nos ha encantado el escribir nuestra sensación después de realizar la ascensión a un pico. Aquí podéis plasmar vuestra "Sensación Guara". Desde Peña Guara os felicitamos por vuestra ascensión a esta cima.
Para nosotros este año 2010 es de recuerdo y reconocimiento a nuestros deportistas desaparecidos en la práctica de este bello deporte como es el montañismo.
Desde esta cima de Guara, y al estampar nuestra firma en este año 2010, realizamos un recuerdo y reconocimiento a nuestro compañero Óscar Pérez. Para ti y tu gran actividad deportiva desplegada por todas las montañas del mundo, nuestro más sincero recuerdo de cariño.
LA CLIMATOLOGÍA COMPLICÓ LAS COSAS
En cuanto a la ascensión del domingo, con una mañana no excesivamente fría partimos los tres coches desde Huesca en dirección a Santa Cilia de Panzano, lugar situado en la misma falda del Tozal de Guara, lugar más habitual de partida para acometer la ascensión normal al Tozal de Guara por su cara sur, después de pasar las localidades de Bandaliés, Sipán, Coscullano etc. Una vez en la localidad de Santa Cilia de Panzano seguiremos en dirección norte por una pista de fácil tránsito para vehículos hasta encontrarnos con la señal de prohibida la circulación, donde aparcamos y nos preparamos para la ascensión.
La primera hora caminamos por pista en ligero ascenso, lo cual nos sirve para calentar las piernas a los ocho integrantes de la expedición, compuesta por Antonio Gabás, Luis Español, Óscar Ballarin, José Fabana, Antonio Matamala, Raúl Bonet, Julio Larrosa y Antonio Beired.
A pesar de su modesta altitud en comparación con los cercanos picos pirenaicos, su ascensión no debemos considerarla como una actividad inferior y bien merece la pena. El desnivel a superar es de aproximadamente 1.200 metros (como muchos de los tresmiles más habituales), con un recorrido bastante largo. Durante la primera parte se gana muy poco desnivel pero el camino recorre un paisaje muy bello, igual la Hoya de Huesca que el Somontano. A partir de aquí ya nos adentramos en un bosque umbroso de quejigos y roble centenario, el cual nos deja al pie de un fuerte desnivel llamado la cuesta del Pajarico, que una vez superada nos encontraremos con las llamativas pozas circulares llamadas de Fondarres, alguna de ellas a estas horas totalmente heladas.
Pensábamos parar a tomar un tentempié aquí, pero al final decidimos continuar ascendiendo y hacerlo en el collado de Vallemona, así que aprovechamos la parada para abrigarnos y calzarnos las polainas, ya que a partir de aquí la nieve hace acto de presencia.
Sin apenas perder tiempo continuamos al no lejano Pozo de Nieve del Conde, punto clave para algunos, ya que a partir de aquí el desnivel se incrementa notablemente a la tan nombrada Punta de Vallemona. La nieve bajo los pies hace notar el esfuerzo a realizar, pero el ver cercano ya el Pico de Guara hace que se te pasen todos los males. Ya solo nos queda la última pala de nieve, que nos deja en la tan querida cima de Guara. Desde la cima nos vemos las caras y poco más, porque nieva cada vez más, por lo cual decidimos perder poco tiempo: las fotos de grupo, si alguna se puede aprovechar, un trago de agua y vale.
Seguidamente solo nos queda retirar el libro viejo y dejar este nuevo. Desde aquí dar las gracias a todos los montañeros que en él relatan sus experiencias vividas en la ascensión, las cuales en la gran mayoría de los casos son preciosas y únicas, todas ellas repletas de poemas, dedicatorias, relatos de la ascensión e innumerables anécdotas que en definitiva pasan a ser historia documentada del club. También recriminar el acto de algún vándalo por arrancar algunas hojas y fotos del libro.
Como el tiempo en la cima era insoportable, con viento, frío y nieve, el acto se redujo en un visto y no visto. Retiramos el libro viejo, firmamos la dedicatoria y rapidito para abajo, que amenazaba con empeorar el tiempo, esta vez corroborado desde Huesca por Isidro con la emisora, que estaba al tanto de todo ya que este año no pudo acompañarnos por culpa de "Juanete".
Así pues, todos juntitos y ya que la visibilidad era poca, bajamos al pozo de nieve, donde más resguardados y seguros dimos buena cuenta de la comida. El menú fue de gran altura, y nunca mejor dicho. El ya tradicional vermut, una sopita al hornillo, cocodrilo con angulas (receta de Antonio "Cremallo"), postres, turrón, empanadico, café etc. En fin, cada uno lo que subió en la mochila y compartido todo, que es como hace mejor provecho.
A partir de aquí solo quedó continuar la evidente senda que nos dejó en el punto de partida.
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